Capítulo 1– Monólogo de Hasebe Haruka
Cada vez que trató de hacerme una autoevaluación, llegó a la conclusión de que soy una mala persona.
Y es que, creo que todos, absolutamente todos hemos hecho algo que “no debíamos de hacer”, ya sea una o dos veces.
Por ejemplo, saltarse un semáforo en rojo.
Estoy segura de que existen personas que lo han hecho, independientemente de si las intenciones detrás fuesen malas o buenas.
Otro ejemplo; recibir cambio de más luego de un pago y no devolver el dinero. Pueden ser 1 o 10 yenes de más, el caso es que la persona en el mostrador devolvió de más y nosotros no le avisamos aun dándonos cuenta de ello.
Escupir por las veredas o tirar basura a la calle.
Sí, puede sonar como algo insignificante, pero ambas cosas también son delitos.
Pero, por lo general las personas no se consideran a sí mismas unas malas personas por hacer cosas como esas.
Mientras que yo…
No, ahora que lo pienso bien, eso también es bastante relativo y a la vista de alguien más puede que insignificante cuanto menos.
En todo caso, mi pensamiento ha sido ese desde hace mucho y por eso, decidí que no haría amigos cuando ingresara a la preparatoria.
Quería separarme de mis viejas amistades, quería entrar a un mundo solo para mí, donde los lazos con terceros fueran inexistentes.
Por eso recuerdo que cuando me enteré de la existencia de la preparatoria metropolitana de educación avanzada, sentí que era el lugar perfecto para mí.
Y a pesar de todo lo que dije e hice, fue en este lugar que conseguí nuevos amigos en un abrir y cerrar de ojos.
Kiyopon, Yukimu, Miyacchi.
Y también… Airi.
Finalmente la juventud volvió a florecer para mí,
pensé.
Pero esa juventud se me fue arrebatada sin presagio alguno en un solo día.
¿Quién me la arrebató?
La pregunta ofende.
Fueron Horikita Suzune y Ayanokouji Kiyotaka.
Ambos actuaron como se les dio la gana y mi juventud fue el sacrificio de sus acciones.
Por eso no los perdonaré.
¿Cómo podría hacerlo?
Por eso–
Decidí vengarme.
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